Al hablar del crecimiento y desarrollo de los niños, a veces, romper una o dos reglas, ¡no lastima a nadie! Sigue leyendo y descubrirás por qué.
Al finalizar cualquier día típico de nuestras vidas, la mayoría de los padres, maestros y cuidadores están hartos y cansados de repetir “las reglas”. Sí hasta los abuelos de vez en cuanto se ven obligados a imponerlas. La mayoría de estas reglas se basan en las palabras no o basta y tienen por objeto mantener a los niños seguros o que se comporten en forma educada en público.
Pero lo cierto es que muchas de las conductas que tratamos de evitar en nuestros niños, son las que los ayudan a crecer, aprender y explorar. Por eso, hoy los invitamos, a tú y a tus hijos, a rebelarse. Cuestiona la autoridad y ¡anímate a romper una o dos reglas!
10 REGLAS QUE LOS NIÑOS DEBEN ROMPER PARA TENER UN DESARROLLO SALUDABLE
1 || ¡NO TREPES!
Cuando los niños trepan, ya sea a un árbol del jardín o al respaldo del sofá, están desarrollando fuerza, equilibrio, y coordinación en todo el cuerpo. El trepar también es importante para los músculos de las manos y adquirir fuerza para aprender a agarrar los objetos. Trepar es una “tarea pesada” (tarea de resistencia) que los calma y organiza el sistema propioceptivo. Todas estas cosas son las que hacen que el trepar sea una usina virtual de creación y desarrollo de habilidades y destrezas.
¿Cuál es la mejor forma de aprovechar los beneficios de esta actividad? Salgan, siéntense y mírenlos. ¡Les aseguro que los pequeños encontrarán formas creativas propias para trepar! ¡O anímense a divertirse con las actividades para trepar en las escaleras!
2 || ¡NO SALTES!
El saltar de los columpios, sobre la cama o sobre los muebles es uno de los pasatiempos preferidos de casi todos los niños y por buenas razones. La experiencia del saltar es muy valiosa, pues al hacerlo los niños estimulan el sistema vestibular. El movimiento que realiza un niño al saltar mueve el líquido en su oído interno, y esto le permite obtener información sobre dónde está ubicada su cabeza en términos espaciales (conciencia espacial). Al tocar el suelo (incluso al caer) los niños reciben un gran aporte para sus músculos y articulaciones, es decir, el sistema propioceptivo. Al saltar también se trabaja en forma intensa la coordinación y el equilibrio y, además, esta actividad permite que los niños fortalezcan sus cuerpos (especialmente los músculos centrales y las piernas).
Prueba hacerlo saltar desde una superficie elevada, como un banco o desde el último escalón, saltar en una cama elástica, o ¡tan solo divertirse jugando a saltar!
3 || ¡QUÉDATE QUIETO!
¿Quién no conoce a un niño que pareciera no poder parar de hacer ruido? Cuando no canta, tararea, o hace ruidos con la boca, se golpea sobre cosas, hace ruido con cosas, ¡si emite un sonido, encontrará la forma de reproducirlo! Muchos niños necesitan un poco más de estímulos auditivos para mantenerse calmos y regular sus sistemas sensoriales. El hacer ruido es también un comportamiento típico que ayuda al desarrollo de los pequeños, ¡que solo tratan de divertirse!
Al escuchar música, tocar instrumentos, gritar fuerte y en forma alocada, significa que los niños están activos y explorando su entorno. Entonces, ¡veamos cómo ayudarlos! Arma una banda, conecta la música y comienza a bailar, juega con algunos juguetes musicales, o intenta probar qué tipo de ruidos de animales eres capaz de imitar.
4 || ¡NO TOQUES!
Si bien en algunos lugares tenemos que practicar el “se mira y no se toca”, las experiencias táctiles como el sentir los objetos, las texturas y recibir caricias son extremadamente importantes para el desarrollo saludable de los niños. Cuando tus pequeños te vuelven loco y tocan todo lo que ven, recuerda que al tocar, agarrar y manipular los objetos que tienen a su alcance obtienen información muy valiosa. ¿Cómo me ensucio? ¿Cuánta presión necesito usar para sostener este objeto sin que se me caiga? ¿Qué grande o pesado es? ¿Qué sucede si doy vuelta el objeto?
Asegúrate de que el niño pueda disfrutar de muchas experiencias de juegos táctiles donde pueda desordenar, tocar objetos e interactuar con los materiales en la forma que desee.
5 || ¡QUÉDATE SENTADO!
¡Esta sí que es una regla difícil de cumplir! Si bien a los adultos puede fastidiarnos que el niño sea inquieto y se baje de la silla cuando tiene que hacer la tarea, tenemos que pensar que los niños no están atados a una silla para quedarse quietos. Lo importante es que ¡ necesitan moverse! Cuando se mecen y balancean en la silla y se ponen inquietos con algún objeto en sus manos, están absorbiendo la información vestibular, propioceptiva y táctil que necesitan para funcionar y prestar atención. Además, los niños deben experimentar el movimiento para fortalecerse y desarrollar habilidades motrices.
Por eso, ¡a olvidarse de que se quede sentado y quieto! ¡A moverse! Prueba estos juegos de aprendizaje activo. A la hora de la tarea o del trabajo en clase haz un recreo de movimientos, y asegúrate de que, durante el día, los niños tengan mucho tiempo para disfrutar los juegos libres.
6 || ¡SÉ AMABLE!
La mayoría de los niños necesitan todos los días jugar en algún momento en forma ruda y luchar. ¿Por qué? El juego rudo les presenta muchísimas oportunidades de aprendizaje sensorial y motriz. Durante el juego rudo, los niños adquieren conceptos táctiles y propioceptivos como la fuerza, la presión y el peso. Gritan, chillan y se ríen a todo volumen. También aprenden conceptos sociales importantes a través de este tipo de juegos. ¿Qué tan rudos pueden ser estos juegos? ¿Qué sucede cuando alguien se lastima? Y mientras tanto, desarrollan fuerza, equilibrio y coordinación en forma divertida.
¿No sabes por dónde empezar? Prueba estos juegos rudos para hacer en casa con tu pequeño.
7 || ¡NO CORRAS!
Como adultos estamos programados para pensar que el correr puede ser una actividad poco segura y perjudicial. Pero para mayoría de los niños, tiene una única velocidad para correr. Y prepárate, pues correr es solo el comienzo. No te olvides de los brincos, del galope y de los saltitos. Los pequeños necesitan mover sus cuerpos de todas formas para desarrollar las habilidades motrices, fuerza y tolerancia frente a las diferentes posiciones.
Prueba jugar a una mancha diferente o cualquiera de estos juegos clásicos para jugar en patio.
8 || ¡TEN CUIDADO!
Otra de las reglas favoritas de los adultos. ¿Pero quieres saber la verdad? Los niños son mucho menos frágiles y mucho más inteligentes de lo que creemos. Están hechos para caerse y levantarse, y a la mayoría le encanta correr riesgos que estén dentro de los límites de su sus habilidades. Al decir a nuestros niños “ten cuidado”, estamos sembrando la semilla de la duda, disminuyendo la confianza y limitando las oportunidades para explorar y desafiarse a sí mismos. Muy pronto, estos niños se vuelven demasiado cuidadosos, y comienzan a evitar las actividades sensoriales y motrices por miedo.
La próxima vez que te tientes y quieras decirle a tu hijo “ten cuidado”, siéntate y espera a ver qué sucede. Es muy probable que tu hijo te sorprenda. Aprende más sobre por qué debemos preocuparnos menos y dejar que nuestros hijos exploren más
9 || ¡NO HAGAS LÍOS!
Los chicos son geniales cuando se trata de hacer revoltijos: tiran los baldes de juguetes, derraman las bebidas, juegan con la comida, desenrollan el papel higiénico por toda la casa… Para nosotros, eso es hacer lío. Para ellos, es… mucho trabajo. ¿Tirar el balde con los Lego? Una lección de causa y efecto. ¿Desparramar el budín por toda la mesa? Una experiencia táctil impresionante. ¿Pisar con los pies embarrados el piso limpio de la cocina? ¡Una gran sesión de habilidades motrices y sensoriales!
Estos juegos, que parecen desordenados, son simplemente otra oportunidad que tienen los niños de aprender a conocer sus cuerpos y explorar el mundo que los rodea. Y no olvides los beneficios sociales y cognitivos que obtienen cuando tienen que juntar o limpiarse. Prueba con la pintura con dedos, o intenta jugar con la crema de afeitar, las masas para modelar o los juegos con cojines.
10 || ¡APÚRATE!
Hay un millón de razones para enterrar esta “regla”. Los niños no son adultos en miniatura. Necesitan más tiempo para hacer las transiciones entre los destinos y las actividades, necesitan poder equivocarse e intentar nuevamente, y con frecuencia sienten el impulso de terminar lo que empezaron. Cuando los apuramos, no pueden obtener los beneficios de todas estas cosas. La próxima vez que sientas la tentación de decir estas palabras, simplemente respira y mira cómo tu pequeño hace las cosas a su manera, mientras aprende y crece.
¿Cuáles son algunas de las “reglas de los adultos” que aunque las impongamos con la mejor intención obstruyen el desarrollo de los niños? Déjanos tu comentario abajo o en nuestra Página de Facebook
¿Cómo saber si tu hijo desarrolla una musculatura central fuerte?
10 de noviembre de 2015, por Claire Heffron
Si ya nos sigues en The Inspired Treehouse , seguramente has leído algunas de nuestras publicaciones sobre el fortalecimiento básico para niños. Para algunos, este concepto suena un poco alocado.
¿Músculos centrales? ¿Fortalecimiento muscular? ¿¡Para niños!? ¿De qué hablan? ¿Por qué no podemos dejar que los niños sean tan solo ser niños?
Quédense tranquilos, no estamos hablando de armar rutinas de trabajo con los niños para que sus abdominales luzcan trabajados. No es esa la idea. Hablamos simplemente de dar a los niños una base sólida para que desarrollen cada una de sus destrezas de motricidad gruesa. Esa base son los músculos centrales.
Me parece que la forma más fácil de mostrarles lo importante que es para el niño este fortalecimiento de la musculatura central, es ver qué sucede cuando la musculatura es débil. A continuación enumeramos las señales más comunes de que un niño necesita fortalecer la musculatura central.
Signos indicadores de que el niño necesita fortalecer la musculatura central
1 || Se cae cuando se para o sienta en una silla
2 || Inclina la cabeza sobre una mano cuando escribe o lee
3 || Se inclina sobre el escritorio mientras escribe o lee
4 || Se apoya sobre los muebles u otras personas cuando está parado
5 || Evita los juegos y actividades que requieren destrezas de motricidad gruesa (en el campo de juegos o los deportes).
6 || Se mueve inquieto en el asiento y tiene dificultad para quedarse quieto o para prestar atención
7 || Tiene dificultades en el control y la precisión de las actividades motrices finas (escritura, corte con tijera)
8 || Tiene dificultades al realizar actividades de movilidad: rodar, gatear, tambalearse, caminar
9 || Tiene dificultades para pasar de una posición a otra (de estar acostado a sentarse, de sentarse a pararse, de arrodillarse a pararse)
10 || Tiene dificultades para hacer equilibrio (caminar por una barra de equilibrio, saltar, subir escaleras)
11 || Tiene dificultades para mantenerse erguido cuando se sienta sin respaldo (por ejemplo, en el piso)
12 || Tiene dificultades para estabilizar el cuerpo al vestirse y realizar tareas relacionadas con el cuidado (ponerse los pantalones/los zapatos/los calcetines)
13 || Se suele sentar con postura W mientras juega.
14 || Tiene dificultades de resistencia en las actividades motrices
15 || Tiene dificultades en la coordinación bilateral
Como terapeutas pediátricas, sostenemos que la fortaleza de los músculos centrales es uno de los factores subyacentes más importantes para el desarrollo motriz saludable de los niños. Estaremos publicando nuevas entradas sobre cómo ayudar a los niños a fortalecer esta musculatura para que puedan crecer y desarrollarse en forma saludable y sanos. Haga clic aquí para aprender cómo los niños pueden fortalecer la musculatura central a través del juego, todos los días.